Que los radares móviles para perseguir los excesos de velocidad llegarán a la ciudad de Badajoz, ya se sabe desde hace un mes, pero todavía no se conoce la fecha concreta de su puesta en marcha.
Sí que han trascendido algunas características técnicas de los dispositivos a través del contrato público de adquisición de los mecanismos -que se puede leer en la página web-, lo que da una idea aproximada de cómo van a funcionar cuando lleguen a la calle.
En el anexo el contrato referente a las características técnicas generales, se explica que el sistema será portátil y contará con un mecanismo de captura de imagen y almacenamiento automátizado de impresiones de excesos de velocidad.
El equipo fotográfico constará de una cámara con un objetivo de alta gama, que permitirá, en una sola fotografía contemplar clara y nítidamente el vehículo y el entorno. Registrará la hora, la fecha, la velocidad a la que se circula y la calle donde se realiza la medición.
Con todos estos datos se evita cuaquier tipo de dudas a la hora de sancionar al conductor.
Captarán infracciones tanto a vehículos que se aproximen como a los que se alejan, sin necesidad de cambiar la posición del medidor.
El sistema permitirá ver cualquier fotografía de infracción al instante, de esta manera, los infractores, siempre que lo deseen, podrán ver su ‘retrato’ pocos segundos de cometer la falta. Este tipo de radares mejoran el funcionamiento de los dispositivos que necesitan exportar la imagen a un tercer sistema. Se abrevia el proceso y se mejora la vigilancia.
Más de 70.000 euros
Los dispositivos requerirán una inversión máxima de 71.000 euros, 60.169 de coste más 10. 839 de IVA, según consta en el contrato de adquisición que se puede ver en la página web municipal.
El Ayuntamiento no atenderá cualquier oferta que rebase esta cantidad, aunque sí tendrá en cuenta aquellas que sean inferiores.
Además de ceñirse al techo de gasto, los vendedores deben certificar la solvencia técnica y acogerse a los requisitos que marca el superintendente jefe de la Policía Local de Badajoz, Juan José Venero, en el contrato de adquisición.
Desde la Policía Local se exige, por ejemplo, que los mecanismos tengan un certificado expedido por el Centro Español de Metrología y una descripción completa, gráfica y literaria de todas las características técnicas.
En lo que se refiere al mantenimiento, los equipos se repararán antes de quince días. Si se supera ese plazo y se encuentra todavía en periodo de garantía, piden que les proporcionen otro cinemómetro similar y evitar así que por cualquier incidencia se deje de utilizar más de dos semanas seguidas.
Los agentes recibirán un curso de formación sobre el manejo y funcionamiento, que incluirá, si fuera necesario, prácticas en el en vías abiertas al tráfico.
Con todas estas exigencias, se intentan poner las bases para que la Policía Local cuente con una herramienta eficaz a la hora de controlar el tráfico en la ciudad.
El propio Fiscal de Tráfico de Badajoz, Diego Yebra, se quejó hace semanas de la falta de controles de velocidad en el casco urbano de Badajoz. En breve, esta carencia quedará solventada.
Además de las cámaras fotográficas para retratar las infracciones de velocidad, Badajoz contará con otro sistema similar para los que se salten los semáforos. Se trata de dos ‘fotorrojos’, un dispositivo electrónico que tomarán imágenes fijas y en movimiento.
La Policía Local tiene la intención de instalar diez cajas-contenedoras de ‘fotorrojos’ en diferentes cruces para ir rotando los dos equipos. De ese modo, los conductores no sabrán dónde se encuentran y el temor a ser sorprendidos aumentará la efectividad.
Los ‘fotorrojos’ no se limitan a una imagen fija, sino que, además de la foto, graban una secuencia de imágenes de 15 o 20 segundos después de cada infracción, por eso se pueden convertir en momentos puntuales en pruebas determinantes para esclarecer accidentes de tráfico si se da alguno mientras funcionan en los cruces donde se instalarán.